Marketing absurdo y éxito van en la misma frase

¡Un palo! ¡Un palooooooo! Recordaréis ese famoso anuncio de Limón & Nada que sorprendió allá por 2013 saltándose todas las normas del buen gusto y de la coherencia. Al menos, de lo que por aquel entonces publicitariamente entendíamos por buen gusto y coherencia. Un niño -un niño viral- se volvía literalmente loco al ver que bajo su árbol de Navidad le habían dejado un simple palo. Nada de Play Station, ni coches teledirigidos de aquella última generación, ni el Power Ranger verde, ni el azul. Aquello no tenía botones ni pilas. Era ¡un palo! ¡Un simple palo!

Limon & Nada, marca englobada dentro de la todopoderosa Coca-Cola, apostó entonces por una propuesta marketiniana y comunicativa innovadora, bizarra y atrevida, pero directa a su target. La marca apostaba en aquel momento por una “vuelta a lo sencillo” y natural, fuera los adornos y aditivos, fuera lo que normalmente nos divierte; adiós a lo que nos hace pica pica en la boca. No pudieron ser más gráficos. Para esta campaña de comunicación escogieron un objeto inocente, sin ningún tipo de algo a priori, pero que consiguió captar, no sólo la atención de su público, también la sonrisa. ¡Qué importante es la sonrisa en el Marketing! Quien consigue arquear los labios ajenos, tiene el mundo a sus pies. 

No contentos con que medio país gritara indefinidas veces al día “¡un paloooooo!” porque sí y porque también; Limon & Nada estrenó poco después el segundo capítulo, ‘La Piedra’; para luego sacar, con éxito, por supuesto, ‘La caja de cartón’. La marca comenzó a regalar esos juguetes si entrabas y te registrabas en la página web juqueteslimonynada.com (no lo intentes ahora, esto era 2013). ¿Publicidad absurda? Tal vez; pero publicidad de éxito al fin y al cabo. 

¿Quién no recuerda también la ‘bonita’ historia de amor entre Mixto y Mixta? Pongámonos en contexto. Por aquel entonces era Shandy quien lo estaba petando en el mercado y Mixta debía hacerse hueco en él. ¿Doble salto mortal atrás con un giro en el segundo mortal? Esa era Mixta. Atrevida, arriesgada, con un buen par de mixtos. La marca apostó por el máximo exponente de lo absurdo consiguiendo crear auténticas obras de arte. La historia del sandwich conservador, simple y normal y de aquella bebida fría y escurridiza que quería conocer mundo e innovar…¡entró en el mercado y se lo engulló! Y para colmo se quedó con hambre, y estrenó la segunda parte de esta historia de amor sin un final… definido. 

Esta línea les hizo tilín a sus creativos, igual que nos lo hizo a todos. ¡Qué había pasado en la publicidad! Queríamos más y lo queríamos ya; así que Mixta continuó haciendo lo que mejor sabía: campañas virales de Marketing. Llegó la versión ‘Piedra, Papel o Tijera’ entre gatos chinos; y Liberad al Pato Willx, famoso pato al que “le pudo la boca”. Como era lógico, con las ideas exitosas se suele hacer un buen copy paste y mucho más si hablamos de Marketing. Mixta le estaba comiendo el terreno a Shandy -o se lo había comido por completo- y esta tuvo que mover la ficha de su absurdo: ‘Shandy limón, Shandy naranja; porque ya sabéis que “todo lo que tiene limón, tiene naranja”

Está claro que en España tenemos mucha chispa. Aquarius utilizó también el humor con su “venirse arriba”; Mediaset recurrió a él para unir publicidad y fútbol; y así un largo etcétera de nuestra buena gracia. Sin embargo, el panorama internacional está lleno de absurdos. ¿Alguien se ha preguntado alguna vez, por ejemplo, por qué los astronautas no pueden comer alubias? O, ¿por qué ‘Never Say No to Panda’? CITRÖEN creó también una publicidad en París, igualmente memorable: ¡el coche amarillo que lo tenía todo y no tenía nada!

¿POR QUÉ ENGANCHA LA PUBLICIDAD ABSURDA?

Si ponemos toda la intención detrás de cada propuesta pensando en lo que realmente quieren nuestros clientes, conseguiremos una mayor persuasión y tendremos otra arma más para usar en nuestra propia comunicación. En primer lugar, para comprender de qué trata el humor de lo absurdo en la publicidad hay que responder a una pregunta: ¿qué es? Para nosotras es ese arte de captar la atención del espectador y hacer que lo recuerde siempre. Según el libro ‘Los efectos de la publicidad’, “existen muchas formas de humor utilizadas en la publicidad, que se diferencian tanto en la intensidad (desde la ironía flemática hasta la broma surrealista) como en el grado de integración de los valores del producto dentro de la retórica del humor. Prácticamente todas las bases de datos muestran que los anuncios que incluyen el humor tienen una capacidad superior de recordación frente a la media”. Hacer humor es complicado, y no diremos lo contrario. Es un arte, una aptitud maravillosa; incluso, nos atreveremos a decir, un don. 

Por cierto, este post está lleno de links a anuncios auténticamente magistrales que te van a hacer pasar un buen rato. No te dejes ninguno atrás. 

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